Antonio Basanta en su libro "LEER CONTRA LA NADA" hace un razonado alegato en favor de la lectura de libros en estos tiempos de informática, que no me resisto a compartir. Escribe así:
La irrupción de la electrónica en nuestras vidiad, la extensión de las redes comunicativas, los nuevos soportes en los que la información se traslada aportan sus propios códigos, sus propias prácticas y estrategias, que es necesario conocer para -como ya ocurriera en etapas anteriores-, a su vez, gobernar y usar en la mejor de las formas, con el máximo aprovechamiento.
La cuestión capital no es el enfrentamiento entre lo ya conocido y lo que, por obedecer a reglas distintas, se presenta para algunos como el nuevo apocalipsis. todo lo contrario. Lo realmente importante es saber que a la LECTURA se le pueden sumar nuevas funciones y formas de expresión. Y que nuestro deber es tratar de entender sus normas, su formulación, conocer sus fortalezas y debiliades.
Este pequeño libro nace de esa convicción , de ese esperanzado deseo. Y de un compromiso que es también moral: el de hacer de la LECTURA un "arma cargada de futuro".
Escrito desde la mayor humildad, muy consciente de lo modesto de mi reflexión Leer contra la nada bebe de la sabiduría de tantos otros que me han iluminado en el camino.
De muchos de ellos he recibido historias, geniales pensamientos, anécdotas pletóricas del palpitar de la vida. Y, sobre todo, palabras, palabras, siempre palabras, llegadas tantas veces de los poetas, que, como inagotable manantiar, siguen dando alma a cada uno de mis sueños. (Pág. 13-15)
Internet tiene una capacidad seductora indudable, casi avaslladora, un evidente sentido de gobierno. Y dimensiones colosales.Pero, si así lo queremos, si en ello nos afanamos, la LECTURA, repotenciada, fortalecida por el influjo de ese nuevo medio, le concederá el lugar preciso que le pertenece. Reacomodará su hábitat. Lo hará gobernable.
Internet no es el paraíso. Tampoco el nuevo ángel exterminador... O no lo será si realmente nosotros nos comprometemos a lograr la más favorecedor y razonable de las convivencias. (pág. 128)
No se trara de caer rendidos a los pies de internet, sino de consider sus indudables ventajas. Y sus servidumbres.
Sigo escribiendo a mano los textos más íntimos, la correspondencia más personal, pero cuánto tengo que agradecer a la informática y a internet lo mucho que me han ayudado a componer este y otros muchos de mis escritos.
Es precisamente por esa capacidad extraordinarioa que internet posee por lo que cada día soy más celoso en mis consultas, más estricto en el contraste de lo encontrado, más propicio a aquellas fuentes que me proporcionan la máxima fiabilidad. Reforzar nuestras cautelas críticas es fundamental para llevar el timón en internet. Y esa es una tarea que requiere de adiestramiento, de guía, también de tiempo, perseverancia y esfuerzo, ya que una cosa es estar en la nube y otra, bien distinta, estar en las nubes.
Internet es el espejo de la realidad, fragmentado en mil pedazos. A nosotros nos corresponde recomponer su unidad. Porque sólo así pasaremos del dato al conocimiento y, de este, al saber, que siempre es "averiguación, pesquisa y prudencia". (Pág. 129-130)
Ninguna revolución cultural ha significiado pérdidas lamentables o asusencias definitivas. todo lo contrario: siempre hemos sido capaces de conservar lo mejor de lo conocido y lo optimo de lo que llega con la energía de lo nuevo y lo distinto. Vivir, a la postre, es conectar. Y esa capacidad nos distingue especialmente a los humanos. Nos ha permitido las mayores prezas. Y nos concederá ahora, con mirada larga y ecuánime, el mejor de los futuros. (Pág, 132)