Un libro genial a la altura de un gran genio
"Mi padre era un excelente calderero. De niño yo pasaba horas en su taller contemplando cómo transformaba los metales en Obras de gran belleza; lo había aprendido de su padre y este del suyo, y así hasta ocho generaciones. Yo soy el producto final de todos ellos, en la medida en que sus procedimientos influyeron en mi propia manera de entender la arquitectura..."¡Un libro genial a la altura de un gran genio!
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