El sacrificio que cambia el mundo
Al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: “Este es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo".
Escuchamos, en el evangelio de la misa del domingo, un mensaje que necesitamos oír las personas y la sociedad entera, especialmente en momentos como el que vivimos: que el bien triunfará y el mal será derrotado, pero que la victoria exige, nada menos, que la entrega incondicional del único verdadera y totalmente inocente, Jesucristo, y nuestra propia entrega. Viendo el sacrificio de Cristo ¿nos vamos a negar a scrificarnos también nosotros?
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