Preparando la fiesta de la Ascensión del Señor
Nos dice la Palabra de Dios, que leemos en la carta de SanPablo a los Efesios: “Que Dios ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cual es la esperanza a que os llama, cual la riqueza de gloria que da en herencia a los santos y cual la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo”.
Y respondemos con el corazón: Si Dios está con nosotros ¿cómo vamos a desesperar en nuestro esfuerzo por ayudar, o cómo vamos a estar tristes y pesarosos como si lleváramos las de perder? Con Cristo, nuestro hermano, “a la derecha de Dios intercediendo por nosotros”, tenemos asegurada la victoria. Es tiempo, pues de alegría y de esperanza ¡Dios no defrauda!
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