Los dones para el Niño Dios en la parroquia
Como los Reyes Magos de Oriente ofrezco al Niño Dios en esta noche bendita el oro de la acción caritativa de mi parroquia que ha logrado atender a más de noventa familias necesitadas, con alimentos, ayuda económica y acompañamiento solidario. Muchos enfermos han recibido el consuelo de la comunión y muchos desorientados han recibido orientación.
También le ofrezco el incienso de la vida litúrgica parroquial, en la que cuarenta familias bautizaron a sus hijos, cuarenta y cinco los acompañaron a recibir la Primera Comunión y diez y siete a recibir la confirmación. Siete nuevas familias fueron santificadas y nacieron como familias cristianas gracias al sacramento del matrimonio. Treinta y tres acompañaron en la parroquia a sus seres queridos difuntos con oración y sufragios.
Y le ofreco, así mismo, la mirra del sacrificio de los voluntrios y voluntarias que hacen posible realizar estas labores caritativas, que ayudan con la catequesis y que de mil formas hacen posible que la parroquia realice su misión.
Y a cambio de estos regalos contamos con la benidición y el acompañamieto del Niño Dios a lo largo del año Nuevo, recién comenzado.
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