El buey y la mula en el Belén. Ecos del último libro del Papa
Escribe un conocido amigo periodista en el diario "La Rioja" a propósito del libro del Papa: "No sé si será importante la presencia de una mula y un buy en la escena de la Natividad, pero sin ser ni obispo de Roma ni de ninguna otra diócesis de la Iglesia universal; sin ser un gran estudioso de la ciencia de Dios; ni siquiera sin ser un católico practicante; sin ser nada del otro mundo; se me escapa una reflexión, una pregunta: si en el nacimiento de Jesús en Belén no hubo ni una mula ni un buy ¿Qué más da? Si en verdad él es Hijo de Dios. Eso es en lo que creemos los que nos llamamos cristianos" (La Rioja, 27-11-12). Opinión. pág 20).
Y yo le contesto con las hermosas y sabias consideraciones del Papa, que, sin apelar a su autoridad de Vicario de Cristo, ni a su ciencia, acreditada en mil publicaciones de éxito editorial, ni a su enseñanza como uno de los mejores teólogo de Europa y del mundo, sino a razones de creyente, dice en la pág. 76:
"María puso al su niño recien nacido en un pesebre (cf Lc 2,7). El pesebre hace pensar en los animales, pues es allí donde comen. En el Evangelio no se habla en este caso de animales. pero la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna, remitiéndose a Isaías 1, 3: "El buy conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no me comprende".
En la singular conexión entre Isaías 1,3 y el pesebre, aparecen por tanto los dos animales como una represntación de la humanidad, de por sí desprovista de entendimiento, pero que ante el Niño, ante la humilde aparición de Dios en el establo, llega al conocimiento y, en la pobreza de este nacimeinto, recibe la epifanía, que ahora enseña a todos a ver. La iconografía cristiana ha captado ya muy pronto este motivo. Ninguna representación del nacimiento renunciará al buy y al asno".
Por ello me atrevo a replicar al amigo Fran, autor del artículo de La Rioja: No da lo mismo poner o no poner el buy y la mula en el Belén, porque, tras leer el libro del Papa, sabemos mejor el significado de la presencia de estos simpáticos animales en el pesebre:
Que se descubre antes la divinidad del Niño, con la humildad que representan los animales, que con la soberbia y prepotencia que nos ciega a los racionales.
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Angel Mª Pascual -
Floren -