Apunta ya la primavera en el valle del Iregua
Al menos hoy fue un día primaveral que me permitió pasear junto al río y ver a los árboles despertar del letargo invernal.
Y en un día primaveral la lectura se asimila mejor, pues también la inteligencia se aletarga y necesita del sol y la luz para ver surgir nuevas ideas.
Leía junto al Iregua el número 65 de la revista "Reseña bíblica", que trata sobre "El sacerdocio en la Biblia", y disfruté de la exégesis de la Carta a los Hebreos y de la novedad del sacerdocio de Cristo frente al veterotestamentario. Copio un párrafo interesante para dar una idea: La novedad respecto a los sacrificios del Antiguo Testamento no es marginal, sino central: en lugar de ofrecer una víctima externa (animada o inanimada), este sacerdote se ofrece a sí mismo.
Aprendí mucho, recordé y me ilusioné con la luz primaveral que destella el sacerdocio cristiano.
¡Todo muy en consonancia con el paisaje y con la ya inminente primavera!
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