Es posible un cambio
Nos indigna la corrupción, la falta de transparencia, la injusticia, la mentira, la búsqueda a toda costa de placer, pero ¿hacemos algo por cambiar?
La Palabra de Dios nos anima a intentarlo. Nos asegura que se puede. Porque Dios está a favor de la conversión y la provoca, como lo cuenta dramáticamente el profeta Jonás.
“Volver a la comunión con Dios, después de haberla perdido por el pecado, es un movimiento que nace de la gracia de Dios, rico en misericordia y deseoso de la salvación de los hombres. Es preciso pedir este don precioso para sí mismo y para los demás.” (Catecismo de la Iglesia)
¿Por qué en vez de quejarnos tanto no oramos pidiendo la conversión? Desconfiamos de Dios y confiamos poco en la persona humana y así dificultamos el cambio. Con el salmista recemos: “Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas; acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor”.
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Angel Mª Pascual -
P. Juan Carlos Sochón Cifuentes. -