La JMJ, un acontecimiento grandioso, sorprendente y conmovedor
Por el Papa que la ha presidido y dado un tono familiar, orante y cercano. Por los miles y miles de jóvenes increibles, incansables, "IM-PRESIONANTES".
Estos jóvenes son así porque están en onda, y gozan y viven y son esperanza de futuro. Una esperanza muy hermosa.
Necesitaba este levantamiento de ánimo, porque el ambiente es duro. pero orar, adorar y cansarmes y gozar con estos jóvenes me ha rejuvenecido. Lo mismo podrán decir mis compañeros: Victor, Luis Antonio, P. Tolo...
La llegad a Cuatro Vientos fue una autentica peregrinación que dejó listo nuestro corazón para recibir al Papa con un entusiasmo y un clamor que alcanzaba al cielo. Y la lluvia, el viento y la noche no lograron acallarlo. El silencio, el ponernos de rodillas en pleno campo, el contemplar al Señor Eucaristía en la custodia, echa por tierra pesimismos, nostalgias y perezas y empuja con fuerza hacia delante.
La concelebración, tras una noche en semivigilia, en el duro suelo, en la oscuridar, me ha removido. EStuve bastante cerca del Papa y lo veía en la pantalla y en la realidad. He repartido la comunión y me admiró la piedad y el recogimiento de los que se acercaron. Nos regalaron la casulla que utilizamos, una casulla preciosa, que tendré como valioso recuerdo de lo vivido en estos días.
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