Un matrimonio amigo celebrará sus bodas de plata
Se trata de Francisco y Amparo, con quienes tuve la dicha de pasar largos años en Sololá. Siempre estuvieron dispuestos a ayudar. Siempre apoyaron los proyectos y los trabajos que realizamos en aquella inolvidable ciudad del altiplano guatemalteco.
Ellos vienen demostrando que las familias cristianas son vitales para la iglesia. Su ejemplo, su trabajo sacrificado y alegre, su entusiasmo, su fuerte vida cristriana, hacen florecer las parroquias y hasta permiten sacar adelante un Seminario Menor.
Porque sin este matrimonio entrañable hubiera sido más dificil el crecimiento y desarrollo del Seminario Menor de Sololá. Ellos han ayudado todo y más. Ellos han sido parte del alma y del corazón de ese Seminario.
Dios les pagará lo que es imposible de pagar por su discreto pero eficaz trabajo.
Ahora que se disponen a celebrar sus bodas de Plata, les deseo lo mejor: una alegría muy grande y que nunca dejen de ser parte de esa maravillosa familia del Seminario sololateco, al que, todos los que por allá pasamos, seguimos llevando en el corazón.
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