Ecos del viaje al Monte del Gozo
Han sido dos días estupendos en los que pude tocar la gracia de Dios, que se manifiesta en la entrega de un numeroso grupo de mujeres jóvenes, y en la fidelidad de otro grupo de mujeres un poco más mayores. Y es que, de vez en cuando, conviene ser testigo de la fuerza de la Gracia y de la generosidad de algunas personas. Y eso percibí en Galapagar, en el Monte del Gozo.
Pude saludar y felicitar a la Fundadora y Madre General de la Hijas de Santa María del Corazón de Jesús. También a la Madre María de Fátima, María Caridad y Angeles María, así como a las más de veinte hermanas guatemaltecas que estaban allá reunidad.
Participé, junto con los Padres Luis Antonio y Miguel Angel en las hermosas concelegraciones del Cardenal Don Agustín García Gasco, y del Nuncio Don Manuel Monteiro de Castro: cantos muy adecuados y ejecutados con piedad y arte; decoración floral impactante, y todo hecho con solemnidad y gran piedad. Eso sí, hay que renunciar a la prisa y las ceremonias no bajaron de las dos horas. Pero se estaba a gusto y ni los sudores del verano madrileño impedían disfrutar y beneficiarse de la acción litúrgica.
Felicidades a todas las hijas de Santa María del Corazón de Jesús y que Dios las siga bendiciendo con abundantes vocaciones y la gracia de la perseverancia. Y... Gracias por su gran acogida y amable trato.
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Miguel Ángel -