Hoy celebré a la Virgen de Guadalupe
Y he recordado mis dos Visitas a su Santuario, en el Tepeyac, en México.
Aún me dura la emoción de rezar ante la tilma de San Juan Diego, que guarda la milagrosa Imagen que la misma Virgen imprimió.
Aún sigo pidiendo, como en esas visitas, por tantas cosas que llevo en el corazón y por tantos amigos a quienes deseo lo mejor.
Desde estas tierras de España, Virgencita, te imploro con la sencillez de Juan Diego, que nos cuides, que nos protejas, que nos bendigas.
Y, en especial te pido, por todos tus hijos de Sololá, a quienes tanto añoro y recuerdo. Cuídalos especialmente. No los dejes de tu mano y permíteme, algún día no lejano, volverte a celebrar con ellos.
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