Despedida de nuestro Obispo de los sacerdotes en Logroño

Despedida de nuestro Obispo, Don Carlos, de los sacerdotes, en Logroño. Ha sido una despedida emotiva, llena de evocaciones y de agradecimiento, por parte de Don Carlos y por parte nuestra. Y llena de oración y esperanza. Confiamos que su ministerio en Zaragoza sea fecundo, lleno de frutos. Y muchas gracias por tantas cosas que hemos compartido y puesto en marcha en estos breves años. Para mi ha sido un fraternal hermano y un padre solícito. Y su homilía de hoy ha sido insuperable y me ha conmovido muy profundamente. Solo tengo agradecimiento y me da gran pena perderlo. Pero Dios sabe más. Él lo acompañe y la Virgen me lo cuide. Y gracias por la invitación a visitarlo en Zaragoza y enseñarnos aquellas maravillas que guarda esa ciudad y, sobre todo, el Pilar.