La mies es abundante y los obreros pocos
Jesús, para llevar su evangelio de salvación al mundo entero, necesita colaboradores. Los encontró en los doce Apóstoles, los encontró en “los setenta y dos”, que envió por delante “de dos en dos, a todos los pueblos y lugares donde pensaba ir él”, los debiera encontrar en nosotros.
¿Estamos dispuestos a colaborar, o preferimos sestear y perder el tiempo?
¡Qué buena ocasión el verano para difundir, con la sonrisa, el afán de servicio, la palabra amable y la generosidad, la buena nueva del evangelio ¡El mundo lo necesita! ¡Feliz verano evangelizador!
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