Valentía
Heridos por la verdad, predicada por Cristo, sus paisanos de Nazaret "se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo”. Tremenda situación, que Cristo afronta con valentía: “Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba”.
El miedo es un sentimiento muy humano. El creyente lo supera, unido a Cristo, fortalecido por sus sacramentos y estimulado por su ejemplo y así se “hace capaz de vencer el temor, incluso a la muerte, y de hacer frente a las pruebas y a las persecuciones, hasta la renuncia y el sacrificio de la propia vida por defender una causa justa” (Catecismo de la Iglesia, nº 1808). Si los santos pudieron ¿por qué nosotros no?
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