Recomendación para el segundo domingo de Adviento
La ascética figura del Bautista asombró al pueblo de Israel, que hacía tiempo que no veía salir de él un profeta. Ojala que no pase hoy como entonces, que fueron pocos los que escucharon sus fuertes denuncias y recio mensaje, y pueda cumplirse su anuncio: “Toda carne verá la salvación de Dios”.
No olvidemos, para ello, preparar los caminos del corazón, allanar los barrancos de los vicios y abajar las montañas de la soberbia. Así podrá alcanzarnos la salvación, que ya está entre nosotros desde la primera Navidad
¿Estamos dispuestos? ¡Pongámosle ganas!
0 comentarios