Confiar en la oración de la Iglesia
En cada Eucaristía, Cristo cumple la promesa de transformarnos por dentro con la fuerza del Espíritu Santo: “No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo.” La oración de la Iglesia lo sigue trayendo a nuestro mundo y al corazón del creyente.
Confiemos en esa oración eclesial, participemos en esa oración y preparemos nuestro Espíritu para el día de Pentecostés, que ya está cerca. Si nos dejamos modelar por el Espíritu, si no le ponemos resistencia, vivificará nuestro corazón y transformaremos el mundo ¿Lo intentamos? ¡Merece la pena!
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