Esperando al nuevo Papa
Un artículo que escribí hace ocho años, durante el Cónclave de 2005. Creo que también es válido hoy.
¿QUÉ NECESITA NUESTRO MUNDO?
No es fácil ponerse de acuerdo para responder a esta pregunta. Y cada uno tenemos una respuesta. Pero, sin duda, todos estamos de acuerdo que necesita cambiar. Porque la violencia amenaza con destruirnos, la corrupción nos va pudriendo, y la paz no llega.
Yo propongo para ese necesario cambio que empecemos cada uno por cambiar a mejor. Para ello basta un minuto diario en que nos preguntemos a solas: ¿a dónde quiero ir? ¿Qué sentido tiene mi vida?
Tarde o temprano algo hablará dentro de nosotros, alguien nos hablará por dentro, ya lo verán. Alguien que es más íntimo a nosotros que nosotros mismos, porque es nuestro fundamento, nuestro hacedor. Ya que no somos fruto de la casualidad, ni de la mala suerte, sino que somos hechura de Dios. Y Él habló tan fuerte que su Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. A través de esa Palabra nos habla al interior y nos mejora desde dentro. Este escuchar que pide respuesta, se llama oración. Ojalá oremos, aunque sea sólo un minuto diario, y el mundo cambiará, porque nosotros habremos cambiado.
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