El patrimonio más valioso: La persona
Como estos días ando dando vueltas a la economía parroquial, a propósito del arreglo de la calefacción en mi iglesia, leo y me intereso por esas complicadas cuestiones.
Hoy estudié el Compendio de la Doctrina Social de la iglesia y leo esto tan importante y a veces tan olvidado:
Las personas constituyen "el patrimonio más valioso de la empresa", el factor decisivo de la producción. (nº 344)
Y aplico este principio al ministerio sacerdotal y pienso que nos queda mucho que cuidar y mejorar en este aspecto. Nos preocupan los medios y las condiciones materiales, a veces muy precarias en que nos movemos, y olvidamos el gran potencial que tenemos en las personas a las que ayudamos y que nos ayudan. Ellas son nuestro mejor capital. Ellas y Dios.
me gustaría no olvidarlo cuando apremian los agobios económicos.
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