Una foto que me ayuda a rezar
La copio de un blog famoso porque me recuerda la necesidad de rezar por las vocaciones.
Estos días, del 7 al 12 de noviembre, en el seminario de Sololá, en Guatemala, donde pasé veinte años de mi vida sacerdotal, están realizando la convivencia de ingreso de nuevos seminaristas.
Recuerdo esas convivencias con emoción. Puse en ellas tanta ilusión y tanto esfuerzo que aún las noto sobre mis hombros. Veía en ellas un milagro anual: jóvenes dispuestos a ser sacerdotes, a dejarse orientar para ver si Dios los llamaba al sacerdocio.
Había que estar con ellos, rezar con ellos, vivir con ellos e ilusionarse con un futuro esperanzador.
Días hermosos los que vivirán en Sololá. Ojalá los valoren, ojalá los mimen. Ojalá Dios les siga bendiciendo con el milagro de las vocaciones. Y se acaba pronto la sequía vocacional que en otras latitudes padecemos.
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