Devoción a la Virgen en la vida y ministerio del sacerdote.
Este fue el título de la meditación que he predicado a los sacerdotes de mi arciprestazgo esta mañana.
El lugar no podía ser más idílico: la flamente e innovadora ermita de Alberite que ha cumplido un año desde su inauguración.
Desde la ermita, que preside la imagen de la Virgen de la Antigua, se divisa el próspero y verde valle del río Iregua y los pueblos que circundan la ciudad de Logroño, situada a orillas del gran río Ebro.
La mañana estaba fresca, pero se calentaron nuestros corazones sacerdotales al considerar lo que supone la Virgen en nuestra vida personal y en nuestro ministerio sacerdotal.
Después bajamos a la casa parroquial y hablamos de pastoral, de cáritas...
Una intensa y gozosa mañana sacerdotal...
0 comentarios