Sacerdotes jóvenes
Hoy estuve en mi Seminario de Logroño hablando con los formadores y con otro sacerdote. Son de los sacerdotes más jóvenes de mi diócesis.
Hablar de los sacerdotes jóvenes me emociona. Conozco a muchos. Todos, magníficos. De sus defectos no necesito hablar, porque los tienen muy a la vista. Disfruto hablando de sus virtudes más escondidas, pero, hoy mismo, comprobadas. Son apostólicos. Entusiastamente apostólicos. Son alegres, piadosos y creativos. Son una bendición de Dios.
Penosamente, en mi diócesis, son pocos, pero muy buenos. Conozco otras diócesis en que son mayoría. Tuve la suerte de trabajar en una de ellas y los sacerdotes jóvenes rejuvenecían mi vida sacerdotal.
Ahora doy gracias a Dios porque, de vez en cuando, aún tengo la suerte, como hoy, de reunirme con jóvenes sacerdotes. Ojalá aumente su número en este año Sacerdotal en el mundo entero, para que sigan siendo la alegría y el futuro de los Presbiterios Diocesanos.
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P. isaías -