Bienaventuranzas para hoy
Hoy: Jornada nacional de Manos Unidas contra el hambre en el mundo, Dios nos pide que ayudemos a los que pasan necesidad, que ya no están sólo en países subdesarrollados, sino también cerca, junto a nosotros, a causa de la crisis económica que sufrimos.
Que los ayudemos, porque son amados por Dios. Y ese amor de Dios se debe hacer visible, para ellos, a través de nuestra ayuda, espiritual y económica.
Pero, ¿cómo ayudar a otros, si a nosotros no nos alcanza ni nos sobra?
Por nuestra fe y nuestra esperanza en Dios, que nos entregó su vida en la Cruz, y nos enseñó que en la entrega, incluso de lo necesario, está la verdadera felicidad: es dichoso el que recibe, pero es más dichoso el que da…Y para Dios, la generosidad, nunca pasa desapercibida.
Y también, ayudar, por caridad y solidaridad. Lo poco nuestro se multiplica, unido a lo que dan los otros, beneficiándolos a ellos materialmente y a nosotros espiritualmente. El año pasado esa solidaridad nuestra alcanzó 919,46 euros, que unidos a lo que se dio en toda España permitió llevar a cabo proyectos de desarrollo, que ayudan a salir de la pobreza a personas necesitadas en países más pobres que el muestro.
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