Leer, escribir y pensar como Santo Tomás
Tarea nada fácil, pero tampoco imposible si se cuenta con su patrocinio, que festejamos mañana.
Yo le encomiendo mis insignificantes y mínimas tareas intelectuales: lecturas espaciadas, interrumpidas, entrecortadas, postergadas, distraídas...; mis escritos cortitos, poco-pensados, improvisados, mal.corregidos...; mis reflexiones distraidas, obstaculizadas por las preocupaciones económicas, organizativas, administrativas...
Y cuento con su ejemplo, su intercesión y su empuje.
Ojalá que, en el año sacerdotal, nos estimule a los sacerdotes a no descuidar este aspecto vital de nuestra formación permanente.
¡Santo Tomás, ayúdanos!
¿Y la excursión de este día? Espero no se vea obstaculizada (simple paseo) por la nieve o el hielo... Porque hace un frío tremendo y mi calefacción anda con dificultades...
1 comentario
Lee -