Con nueve sacerdotes y tres seminaristas he celebrado a la Virgen de Nieva
En Autol, el pueblo donde estuve nada más llegar de Guatemala.
Ha sido una Misa preciosa, una procesión emotiva y una convivencia amigable.
En este año sacerdotal anima mucho compartir con los hermanos sacerdotes.
Uno de ellos ha estado diez años en Japón, otro está ejerciendo el ministerio en Africa.
Y uno de los seminaristas irá en septiembre a Roma para terminar la teología.
Una jornada estupenda y muy feliz, a pesar de calor, que ha sido tremendo.
En la foto se ve a la Virgen de Nieva al llegar a su ermita en andas.
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