Intenso comienzo de la Semana Santa
Con una procesión concurrida, llena de niños con ramos de laurel adornados con colgaduras comestibles, llena del ruido ensordecedor, pero profundo, de los tambores, he comenzado en Villamediana la Semana Santa.
La necesitamos para levantar los ánimos en este tiempo de crisis económica, de acostumbramiento, de falta de fe. La cruz de Jesucristo, adornada con laureles nos ha servido de guía. Hacia ella mirábamos y caminábamos jóvenes y mayores. Hemos escuchado juntos el impresionante relato de San Marcos sobre la pasión de Cristo. Me ayudaron Sandro y Edgar. El orden ha sido bueno y los niños han participado con ganas en la celebración. Ellos nos enseñan hoy a los mayores, como en tiempos de Cristo. Por eso he recordado la Jornada de la Juventud, que estableció en esta fecha Juan Pablo II. Espero que unos y otros nos estimulemos y no nos quedemos atrás. Tenemos todos estos días para profundizar en ello.
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