Más ecos de las ordenaciones

Esto me escribe uno de los nuevos diáconos, recien ordenados en Sololá (lo copio para edificación de los lectores de este blog):

Le doy infinitas gracias por congratularse con nosotros que hemos sido ordenados diaconos (y otros presbìteros). Ahora se ven confirmados los barruntos de la llamada y esta realidad causa una inmensa alegrìa que hace explotar el corazòn para compartirla con los demàs. Le cuento que desde el domingo he predicado mis primeras homilias en dos de tres misas en las que estuve. Iniciè a las 7 de la mañana en la primera misa en la que asistì como diacono. Luego, diaconè la primera Misa del P. Geovani Perez en Acatenango. Despuès de esta Misa celebrè mis primeros bautismos (15) me sentì super realizado al ser un instrumento de Dios para que nuevas criaturas fuesen nuevos hijos de Dios. Por la tarde tuve una convivencia religiosa con la comunidad cristiana de la colonia donde vivo y por ultimo asistì como diacono en la eucaristìa celebrada por el P.(...) Un dìa extraordinario. Ayer y hoy he realizado la celebraciòn de la palabra predicando en ambas celebraciones. He llevado la comuniòn a enfermos... Es impresionante caminar como clérigo por las calles de la ciudad, vestirnos como lo que somos hace pensar en Dios a mucha gente.

Bueno, acompañenos con su oración en esta gran aventura que hemos iniciado.

Y para no extenderme más, quiero compartir algunas de mis humildes homilias que he predicado para que me vaya corrigiendo.

Un abrazo fraterno, hasta pronto.

Y así escribe uno de los nuevos sacerdotes:

Gracias padre por su saludo y felicitación, sinceramente lo sentí muy cerca el día de la ordenación. Los día previos de la ordenación venía a mi mente muchos ejemplos de sacerdotes, en particular el suyo, recuerdo con especial alegría sus bodas de plata.

Ayer martes 31 de marzo celebré la primera misa en el seminario me dio mucha emoción y me hizo recordar las eucaristías que ud celebró en el seminario. Le comentaré mas adelante. Hasta pronto.