Invitación que agradezco
Me van llegando invitaciones personales de los ordenandos de Sololá, que agradezco mucho.
Les acompaño en estos intensos día de preparación y me gustaría decirles que, si quieren ser fieles al don y a la tarea que recibirán, deben acrecentar a diario su fe. Sin fe, la ordenación diaconal o sacerdotal no se entiende ni se disfruta. Con fe, que se ha de alimentar y pedir constantemente, es una maravilla que entusiasma, enamora y no pueden derribar huracanes ni tormentas.
Pido, pues, para estos buenos amigos una fe clara, firme, ilustrada por el estudio y alimentada por la oración y los sacramentos. Para que disfruten el don que van a recibir y no se cansen nunca de la tarea.
La foto me la envía el Diácono Bartolo Chavajay y se comenta por sí misma ¡Felices preparativos! ¡Ya falta menos!
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