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Importante decreto de mi Obispo estableciendo el uso del catecismo de la Conferencia Episcopal Española para la catequesis de preparación a la Primera Comunión de los niños

Importante decreto de mi Obispo estableciendo el uso  del catecismo de la Conferencia Episcopal Española para la catequesis de preparación a la Primera Comunión de los niños

El Decreto ha sido firmado por Don Juan José Omella, Obispo de Calahorra y la Calzada-Logroño, el 22 de enero.

Entre otras razones, para apoyar esta determinación, se señala que utilizar todos este catecismo "es una buena ocasión para reforzar la unidad catequética, imprescindible para transmitir la fe y para vivir la comunión eclesial, apoyada también en las mismas formulaciones de las verdades de la fe con un lenguaje común."

Textualmente se establece:

"Que el Catecismo "Jesús es el Señor", en su última edición, sea el único que se estudie en nuestra Diócesis a partir del curso 2009-2010 y que sirva a nuestros niños y sus familias para recibir la fe que la Iglesia transmite en la etapa anterior a la Primera Comunión.

Que ningún subsidio, complemento o material sustituya al Catecismo, y que se utilicen sólo para ayudar a su estudio y comprensión."

Me parece importante esta unificación del instrumento principal para transmitir la fe a los niños, instaurando el uso en la diócesis de este catecismo, muy bien elaborado y muy completo. Veníamos utilizando un material demasiado provisional, demasiado vaporoso y muy incompleto para preparar nuestros niños, que no daba certezas ni permitía aclararse en lo que se debe creer, lo que se debe recibir, lo que se debe vivir y lo que se debe orar como cristianos. Ya iba siendo hora de volver a recuperar la  estructura catequetica de siempre (credo, sacramentos, mandamientos, oración), dar cabida a formulaciones básicas y a oraciones que se rezaron siempre y se habían olvidado.

Ojalá que esta importante e histórica disposición episcopal ayude a catequizar mejor a los niños y a sembrar en las familias descreidas de nuestro tiempo una semilla clara y nítida de fe y de esperanza, que les anime a experimentar y vivir un gozoso Amor cristiano.

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