PEQUEÑA HISTORIA DE UN MANTEL DE ALTAR
Necesitaba desde hace tiempo un mantel nuevo para mi altar parroquial de Villamediana.
Pregunté a algunos compañeros sacerdotes dónde poderlo hacer y no me indicaron nada concreto.
Por mi cuenta fui a un convento de Carmelitas descalzas que está cercano a la parroquia, a las afueras de Logroño.
La hermana tornera con amabilidad se disculpó diciendo que ya no atendían ese tipo de encargos porque la comunidad iba envejeciendo y se dedicaban a otros menesteres.
Pensé que el mantel tendría que esperar mejores tiempos.
Pero en la misma semana recibí una llamada telefónica de la Madre superiora de las Carmelitas disculpàndose por la desatención de la hermana tornera y diciéndome que no podían desestimar a un sacerdote que les pedía algo para el culto eucarístico.
Me alegró descubrir la delicadeza de estas religiosas y su deseo de hacer hasta lo imposible para que no decaiga el culto divino.
Una pequeña historia, pero, para mí, edificante y conmovedora en su sencillez. La Madre Teresa, Santa Teresa de Jesús, fundadora de las Carmelitas, se habrá sentido, sin duda, muy satisfecha en el cielo. Y yo, enormemente satisfecho: ¡por fin tendrá mantel nuevo mi altar parroquial!
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