Descanse en paz el Cardenal Pio Laghi, con quien tuve la suerte de hablar y que me reconfortó en momentos muy duros
Que Dios premie al Cardenal Pio Laghi tantas cosas buenas como hizo en su vida, ahora que ha sido llamado a la presencia de Dios. Vaya por su eterno descanso mi oración muy agradecida.
Fue en los duros momentos, tras la muerte de Mons. Eduardo Fuentes, cuando visitó el Seminario de Sololá el Cardenal Pio Laghi. Estaba en Guatemala celebrando el veinticinco aniversario del Seminario de la Asunción y habló públicamente del Seminario de Sololá con asombro de todos los que lo escuchamos.
Y pidió visitar el Seminario, a pesar de las dificultades que le pusieron los anfitriones que lo habían traido a Guatemala. No quisieron que nosotros, el Seminario de Sololá, lo trasladáramos con nuestros humildes vehículos desde Panajachel a Sololá y contrataron un taxi, que daba pena verlo. Pero el Cardenal se hizo presente, y escuchó nuestras inquietudes y nos animó enormemente. Solo estuvo media hora, pero muy intensa, muy afectuosa, muy dialogante y muy animadora.
Cuando marchaba ya del Seminario, me atreví a hablarle a solas, y le dije que en el Seminario estabamos preocupados por la continuación de la institución al haber desaparecido Mons. Eduardo Fuentes. Y me Dijo textualmente: "No se preocupe que en Roma se tiene muy encuenta a este seminario y se está pensando en él para nombrar al sucesor de Mons. Eduardo Fuentes". Me dejó muy reconfortado.
Hoy, que ya no está entre nosotros, quiero publicarlo con agradecimiento. Porque cuando tantos dignatarios eclesiásticos se niegan a escuchar a un simple sacerdote, este gran cardenal no se tuvo a menos en hablar conmigo.
Dios se lo pague, Señor Cardenal, Su Eminencia Pio Laghi. Amigo, Cardenal Pio Laghi. Dios se lo pague.
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Luis Antonio -
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