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Uno de los nuevos Beatos Mártires con mi mismo nombre: Angel María

Uno de los nuevos Beatos Mártires con mi mismo nombre: Angel María

“El mártir Fray Angel María Sánchez brió sus ojos a la vida en Pajares de la Lampreana (Zamora) el día 2 de agosto de 1918 y fue bautizado el 7 de septiembre.

Estaba un día en la puerta de su casa cuando vio pasar a dos muchachos que iban a visitar a doña Lucila Sánchez -la vocacionista-, a los que preguntó, de buenas a primeras: «¿Vais a casa de doña Lucila para iros de frailes?». Al responderle afirmativamente, añadió: «Pues decidle que yo también quiero ir». Y, pensándoselo mejor, se fue con ellos a decírselo personalmente. A sus catorce años de edad ingresaba en el seminario menor de los Carmelitas Descalzos de Villarreal de los Infantes, el día 16 de enero de l932.

Según sus profesores, era un talento extraordinario. En todos los cursos sacaba «sobresalientes» y para él solía ser la «matrícula de honor» del seminario. Dominaba de maravilla el latín, asignatura de la que era profesor el famoso latinista carmelita P. José Plana, también mártir, quien, caso raro en él, le dio un sobresaliente.

Tomó el hábito del Carmelo en septiembre de 1934 en el noviciado de Onda. Durante un largo año estuvo sometido a la acción del bisturí, sufriendo diversas operaciones quirúrgicas en la nariz, lo que sufría con una entereza que dejaba extrañado al mismo doctor que le atendía.

Profesó en la Orden el 15 de septiembre de 1935. Durante el año de Filosofía continuó en esa tesitura de vida espiritual y de formación seria. Había terminado el primer curso cuando fue apresado en Onda con toda la comunidad el 27 de julio de 1936. Llevado a Madrid con sus compañeros, sufrió allí altas fiebres, tanto que apenas podía hablar, pero cuando se le comunicó que sería trasladado a un hospital, no consintió separarse ni un momento de sus compañeros y hermanos, queriendo correr la misma suerte que ellos. Enfermo como estaba, lo llevaron la noche del 18 de agosto de 1936 a las tapias del cementerio de Carabanchel Bajo, donde fue asesinado junto con todos sus hermanos de hábito. Tenía dieciocho años de edad. Sus restos se hallan en el Santuario del Henar.

Fr. Ángel María fue fusilado dos veces. Quedó mortalmente herido, pero, con el relente del amanecer, recobró vida y se arrastró por entre los cadáveres de sus compañeros hasta la pared del cementerio para recostarse en ella. Al ver pasar por allí cerca a una mujer, le pidió socorro, pero ella -una miliciana- fue a dar cuenta a la casa del pueblo. El jefe de guardia y alguno más fueron a rematarlo en la postura que tenía, sentado en el suelo y apoyado en la pared". 

Me encomiendo a él y encomiendo a las personas que quiero para que tengamos su misma fortaleza, entereza y amor de Dios: ¡Martir Beato Angel María, ruega por nosotros!

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