Una biografía apasionante, de un filósofo genial
Estoy leyendo con delectación y apasionamiento la biografía de Antonio Rosmini, escrita con verdadero gusto y cuidado por la escritora y filósofa francesa Marie-Catherine Bergey.
La época del biografiado, siglo XIX, ha condicionado notablemente la nuestra. Rosmini la vivió en primera línea, sumergiéndose hasta el fondo en sus corrientes de pensamiento, buscando luz y explicando magistralmente los hallazgos encontrados.
Pero la incomprensión y los equívocos de sus contemporáneos lo hicieron sospechoso, e incluso se llegaron a condenar afirmaciones sacadas, postmortem, de sus obras.
En los últimos años su pensamiento ha sido rehabilitado y potenciado, pues supone un acercamiento a las corrientes subjetivistas, sin perder el rigor de la objetividad.
Además la grandeza de alma de este hombre y su obra religiosa, lo hacen cercano a nosotros y digno de admiración.
Sigo disfrutando de su lectura e invito al que pueda a disfrutar conmigo. Lo publica ediciones Cristiandad, Madrid, 2004, y su título es: EL MANTO DE PÚRPURA. Vida de Antonio Rosmini. Tiene 537 páginas, pero se lee muy a gusto.
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