Aventuras para conseguir un libro imprescindible
Leo con pasión este libro que me costó Dios y ayuda conseguirlo. Lo encargué en la librería ARS, de Logroño y no había forma de que llegara.
Me acerqué numerosas veces a la librería y le decía a las Hermanas que la administran: "Hermanas, que la razón está mal y hay que salvarla. A este paso se nos pierde". Pero, nada.
Al fin logré hacerme con él y lo leo y releo con admiración, comprendiendo un poco más el misterio del conocimiento humano, limitado pero inmenso, abierto a la trascendencia y capaz de alcanzar a Dios.
En un mundo que rechaza a Dios, la razón pierde terreno. Si Dios no la salva, nos quedamos en el absurdo. Por ello: Dios salve a la razón!
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