Cristianos sembradores de esperanza
Conviene ciertamente hacer todo lo posible para disminuir el sufrimiento; impedir cuanto se pueda el sufrimiento de los inocentes; aliviar los dolores y ayudar a superar las dolencias psíquicas. Es cierto que debemos hacer todo lo posible para superar el sufrimiento, pero extirparlo del mundo por completo no está en nuestras manos. Esto sólo podría hacerlo Dios: y sólo un Dios que haciéndose hombre, entrase personalmente en la historia y sufriese en ella. Nosotros sabemos que ese Dios existe. Con la fe en la existencia de este poder ha surgido en la historia la esperanza de la salvación del mundo. (Spe Salvi, 36)
Y, pese a quien pese, los cristianos seguimos y seguiremos llevando esa esperanza. Y gracias a ella nuestro mundo tendrá más valor para hacer frente y vencer a los males que le afligen. Gran responsabilidad la nuestra.
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