Una buena dirección es una bendición
Y escasea mucho. Por lo que el profesor Xavier Bringué nos animó a pensar cómo lograr una eficaz dirección en nuestras parroquias, cuidando la motivación de los colaboradores, la comunicación y haciendose acreedor del reconocimiento de autoridad.
Nos ha indicado que para colocar a cada colaborador en el lugar que más rinda y lograr así que properen nuestras empresas pastorales debemos preguntarnos: ¿Pueden estos chicos? (aptitudes); ¿Saben? (habilidades); ¿Quieren? (motivaciones); ¿Deben? (su responsabilidad moral).
Al compromiso de los colaboradores, que les supone una renuncia a su autonomía, debe corresponder la coherencia de la autoridad, que compense la renuncia y abra unas perspectivas nuevas que la hagan rentable.
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