Una invitación que siempre se agradece
Para la ordenación sacerdotal de un joven guatemalteco que debe ser ya de los últimos que fueron alumnos míos algún tiempo, y que, gracias a Dios, aún me recuerdan con agradecimiento.
Acepto la invitación y me uniré al festejo con mi recuerdo, afecto y oración. Gracias, amigo Santiago. Felicidades!
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