5 IDEAS aprendidas en el Simposio
1) La reflexión doctrinalmente consistente sobre los nuevos modos de expresión artística, que se ha hecho en este Simposio, en el que he tenido la suerte de participar, ayuda a los artistas y a los teólogos, pero también a quienes, como yo, vivimos, día a día, el ministerio parroquial.
2) Los nuevos modos de expresión artística, música, arquitectura, iconografía, imaginería y, hasta el cine actual, pueden ponerse al servicio de la fe, si se sabe dialogar con los artista, acompañarles, escucharles, y utilizar adecuadamente su creatividad. No se puede interrumpir, sino fomentar, y a todos los niveles, el diálogo arte-teología.
3) "Ha resultado muy conveniente que no exista un retrato de Cristo. Gracias a ello, los artistas han podido representar al Señor cada uno desde su experiencia espiritual" (Profesor Fermín Labarga, presidente del comité organizador del Simposio).
4) A quienes nos toca, como es mi caso, utilizar un rico patrimonio artístico heredado, podemos aprender y mejorar a la hora de ponerlo al servicio de la liturgia y de la evangelización. Este simposio me han dado ideas y motivado para seguir haciéndolo con más ganas.
5) El arte y la belleza humanizan y como la salvación de Cristo es para los humanos, ayuda ponerlos en contacto con ellos, a la hora de evangelizarlos y salvarlos. No redime el arte, sino Dios, pero aquel crea un ambiente muy propicio para que Éste, que se ha encarnado, realice la salvación.
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