Retiro de Pascua en Logroño
He predicado esta mañana un retiro para señoras, en la iglesia de San Bartolomé de Logroño, sobre la resurrección del Señor y su aparición a los suyos junto al lago de Tiberiades.
La Eucaristía en la que participamos -les he comentado- es también una comida con el resucitado que nos impulsa, como a los apóstoles, a difundir el evangelio por el mundo con alegría y con entusiasmo. Lo misma que los apóstoles, lo mismo que los martires de los primeros siglos, lo mismo que los martires cristianos de nuestros días.
Tras comer con sus discípulos, el Resucitado pregunta a Pedro sobre su amor y le confiere el cargo de Pastor de sus ovejas, para apacentarlas en su nombre y con su asistencia hasta el fin de los tiempos, personalmente y a través de sus sucesores.
Y apartir de esta aparición he predicado sobre el Papa, la unión con él, y el conocimiento y seguimiento de su Magisterio. No basta lo que dicen los medios de comunicación, se requiere afecto y dedicar tiempo y ganas a conocer lo esencial de la enseñanza del Papa, que es lo esencial de la doctrina de la Iglesia, y lo especifico del Papa, que concreta lo esencial y va marcando la manera de cumplirlo hoy, aquí y ahora.
Como siempre el marco incomparable de esta iglesia románica y de comienzo del gótico, ayuda y estimula ¡Véase qué fachada e imagínense cómo será su interior!
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