Rogándole a San José, el humilde carpintero
El humilde carpintero, que es José de Nazaret, fue formador pionero, en su pequeño taller, del que es Sacerdote Eterno; y aprendía junto a él.
¡Enséñanos, San José, a formarnos como Cristo en tu hogar de Nazaret!
Le enseñabas obediencia mientras crecía tu fe, ibas haciendo experiencia mirándole obedecer, y con humilde paciencia aprendías tú de El.
¡Enséñanos, San José, a formarnos como Cristo en tu hogar de Nazaret!
Crecía Jesús en gracia y tú aprendías, José, junto a tu esposa María que cuidaba aquel taller, a vivir con alegría, con esperanza y con fe.
¡Enséñanos, San José, a formarnos como Cristo en tu hogar de Nazaret!
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