Con la ceniza comienza la escalada cuaresmal hacia la Pascua...
Y ya quemé en la chimenea de la casa los ramos del año pasado, que han quedado convertidos en ceniza. Una ceniza que nos recordará mañana, en las bellas y sobrias celebraciones parroquiales, que somos polvo, poca cosa.
Pero nos consuela saber que ese polvo, por el poder de Cristo, será vivificado.
El arder de los ramos ha calentado el salón parroquial. Ojalá ardan también los corazones de esta feligresía y calentemos Villamediana y llenemos de esperanza a sus habitantes.
No todos recibirán mañana la ceniza, pero todos necesitarán sin duda del calor del afecto y la llama luminosa de la fe para no perecer de frío ni perderse en la oscuridad de este tiempo.
¡Que la Cuaresma prepare nuestro pueblo a una Pascua luminosa y feliz!¡Inmensamente gozosa y esperanzada!
(La foto está sacada hoy de la chimenea del salón parroquial, donde he preparado la ceniza, el signo del comienzo penitencial de la escalada hacia la Pascua)
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