Sentido adiós a un gran sacerdote: Don Jesús Díez Antoñanzas
Fue rector de mi seminario de Logroño en los últimos años de mi formación sacerdotal y lo considero uno de los magníficos sacerdotes que han influido muy positivamente en mi vida sacerdotal.
Ahora que lo despedimos, lo recuerdo en aquellos años de formación lleno de fuerza y clarividencia, de empuje sacerdotal, de afán formativo, de ejemplaridad, seriedad y exigencia.
Que Dios lo reciba en su gloria y le pague sus desvelos, su entrega y le compense con creces las incomprensiones que sufrió en su vida ministerial ¡Descanse en paz!
1 comentario
María -
Donde quiera que estuviera trabajando debió dejar su huella de pastor celoso y amante de Cristo.
Dios le haya acogido en su seno a ese siervo bueno y fiel
Saludos