Ecos de la visita de Monseñor Gonzalo
En la foto se puede apreciar el impresionante campanario barroco de la catedral de Santo Domingo de La Calzada, que visitamos ayer con Monseñor Gonzalo de Villa.
Hoy estuve evocando con Luis Antonio nuestra amigable conversación con Mons. Gonzalo, y, aportando cada uno lo que mejor recordaba, hemos vuelto a revivir las intensas emociones que suscitaba en nosotros hablalr de los amigos, seminaristas, sacerdotes, religiosas y laicos sololatecos. Era un gusto intercambiar comentarios con Monseñor Gonzalo que, en tan poco tiempo, ha logrado conocerlos a todos, y apreciarlos en lo que valen.
Coincidíamos en la maravilla y la gracia que supone contar con un clero tan joven y entusiasta, al mismo tiempo que reflexionábamos sobre el apoyo que necesitan para crecer, madurar y fructificar, sin dejarse hundir por la inexperiencia y las dificultades de la hora presente.
Y, entre recuerdo y recuerdo, nos reíamos con las viejas historias que tantas veces hemos contado, como la del Tico y el dedo gordo del Padre Luis. Que nos llevaron a compartir el aprecio que sentimos por todas las personas que Dios puso en nuestro camino en Sololá y que ahora están lejos en la distancia pero muy próximas al corazón.
Cuando vengan las fotos espero seguir con esta gozosa evocación de tan grata visita.
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