El báculo pastoral del Obispo Eduardo Fuentes
Viendo una de las entrañables fotografías que publicó ayer el Blog del Seminario de Sololá me vinieron a la memoria recuerdos que tenía ya medio olvidados.
En especial al fijarme en ésta, que ofrezco en mi blog, en la que se ve al hermano de Mons. Fuentes, Fernando, con su esposa, hijos y nietos.
Muchas veces, en los diez años que estuve al frente del Seminario, tras la muerte de Mons. Eduardo, ver ese báculo cuando celebrarba Misa, o cada vez que salía de rezar, me daba ánimo para seguir adelante con mucha ilusión y sin que hicieran mella en mí las dificultades.
Al verlo de nuevo doy gracias a Dios por aquellos felices años y por Monseñor Eduardo, por su amistad, su ejemplo, por su empuje y por su compañía.
Con la certeza entonces de que nos seguía cuidando todo era fácil y alegre ¡Muy alegre! Y, aún hoy, me dura esa alegría ¿por qué será?
0 comentarios