Una imagen vale más que mil palabras
Y la del doliente y paciente Cristo (azotado, coronado de espinas y convertido en rey de burlas por Pilato), que veneramos en la iglesia parroquial de Villamediana (en la cuaresma puesto a la entrada del presbiterio) vale eso y más.
Contemplando esta imagen transcurrirá la cuaresma parroquial que confío sea un tiempo para ablandar corazones, rectificar intenciones, animar acciones e intensificar la oración y la práctica de la caridad.
Al menos lo intentaremos ¡Feliz y provechosa Cauresma!
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