Siete años del libro "Abriendo Caminos de Formación Sacerdotal"

Así presenté el libro, hace hoy siete años, en un prólogo escrito con el corazón:

He querido recopilar las "Memorias" de mis años de Seminario en Sololá para agradecer tantas bendiciones y consuelos recibidos en este maravilloso tiempo y para dejar constancia de las realizaciones hechas con la colaboración de muchos, forjando una  rica experiencia que asegura un futuro esperanzador y fructífero. 

He titulado la recopilación ABRIENDO CAMINOS DE FORMACION SACERDOTAL, pero aclaro, desde el principio, que nada nuevo inventamos en todo este tiempo. La única originalidad, si hubiere alguna,  ha sido la de aplicar, contando con escasos recursos, pero sin escatimar esfuerzos, las indicaciones y sugerencias de los Obispos y del Magisterio Pontificio para la formación de los sacerdotes, tratando de acomodarlas, sin rebajas, a la circunstancia particular que vivimos.

Si se logró algún fruto a Dios se le debe, que nunca nos dejó de su mano. Si hubo fallos pedimos perdón, pues nos sobraron limitaciones personales y faltas a quienes aquí trabajamos. Pero puedo asegurar que pusimos, siempre con la entusiasta colaboración de nuestros alumnos, lo mejor de nosotros mismos, regando esta sementera con el sudor de nuestra frente, confiando en que Dios mismo la hacía fructificar. Ojala que en el futuro esos frutos se multipliquen, se mejoren, y se consoliden, bajo el manto protector de Santa María del Camino, nuestra patrona y madre.

                                              Sololá, 22 de octubre de 2006

Siete años después, sigo utilizando este libro muchos días, para ayudar a mi memoria y a mi corazón a mantener fresco el recuerdo y el afecto por ese querido seminario.

2 comentarios

[Angel Mª Pascual - 25 de octubre de 2013 - 00:06]

Gracias, P. Miglan, por tu aprecio y amistad. También ustedes fueron para mí estímulo, ejemplo y alegría ¡Adelante siempre!

[Miglan Estib Acevedo Castro - 24 de octubre de 2013 - 19:30]

Gracias, padre por todo su apoyo, como se lo dije un día, usted es "parte de mi vida", el modelo de sacerdote a seguir. Son tantos los recuerdos que tengo de usted. Alguien me dijo una vez: "tú idealizas al padre Angel", pero la verdad es que usted supo ser nuestro formador: familiar, afable, alegre, y sobre todo que predicaba con el ejemplo. Seguramente lo sigue haciendo alla en España. Bendiciones Padre y otra vez: "Muchisimas gracias"