El corazón de la Iglesia está donde se reza
Me ha encantado este análisis de Vittorio Messori sobre la decisión del Papa de retirarse para dedicarse íntegramente a la plegaria. Dice así:
¿Por qué razón, después de un breve descanso en Castelgandolfo (desierto, y por tanto disponible durante la sede vacante), Benedicto XVI se retirará a aquel que fue un monasterio de clausura, dentro de los muros vaticanos? Decían las últimas palabras del anuncio de renuncia: «También en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria». En los años de pontificado ha repetido a menudo: «El corazón de la Iglesia no está donde se proyecta, se administra, se gobierna, sino donde se reza».
Por tanto, su servicio a la Iglesia Catholica no sólo continua, sino que, en la perspectiva de la fe, se hace aún más relevante: si no ha elegido un monasterio lejano, es posiblemente para dar testimonio, también con la cercanía física a la tumba de Pedro, cuánto desea permanecer junto a la Iglesia, a la que quiere donarse hasta el final.
Agradezco al Papa esta importante lección. Sobra mucha verborrea y escasea la escucha y la plegaria. Ojalá aprendamos.
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