En el Jordan, el Mar muerto y, por fin, en Jerusalen
Con que alegria acabamos de entrar en Jerusalen cantando a voz en grito: "Ya estan pisando nuestros pies tus umbrales Jerusalen" !Que alegria, que gran gozo!
Y, ya instalado en un hotel magnifico, cerca de las murallas de la ciudad vieja, escribo mis emociones del dia: calores, agua, desierto, y las gentes de Tierra Santa, que, aunque no son los contemporaneos de Cristo, se le parecen y son descendientes suyos.
En las aguas del Jordan hemos renovado el bautismo. Unas aguas con pececitos y algo turbias, pero santificadas por Cristo.
La misa ha sido en Jerico, tras admirarnos del desertico monte de las tentaciones, bajo un sol de fuego y junto a un viejo camello que se nos arrodillaba para que le sacaramos fotos. La parroquia catolica de Jerico es muy pobre y los catolicos poco mas de cien. Nos acogio un hermano francisacano y hemos recordado la conversion de Zaqueo, vimos el sicomoro, y la curacion del ciego del camino.
Y, tras dejar en la parroquia una ayuda en euros, que nos ha sido muy agradecida, al Mar Muerto, que nos ha dejado a todos tambien medio muertos, por el infernal calor de aquellos fondos. No he querido flotar en sus aguas, pero he disfrutado viendo los apuros de los peregrinos.
Hemos respirado al llegar a Betania y admirado el desertico camino de Jerico a Jerusalen. Impresionan estos caminos, aun poblados de pauperrimos beduinos a quienes las peregrinas piadosas no han dejado de comprar sus productos.
Y en Jerusalen estoy, tras rezar en Betania, en la casa de Lazaro y muy cerca del lugar donde cristo lo resucito. Hemos encomendado alli a nuestros difuntos y hemos renovado nuestra fe en la resurreccion.
!Esto esta que arde, de fe, calor y emociones!!Jerusalen, Jerusalen!
La foto es de los peregrinos de mi autobus, segundo de los tres que componemos la peregrinación. Y está sacada junto a la puerta del Santo sepulcro, por el que se denominaba "mejor fotografo del mundo". Y en realidad quedó muy bien.
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