Anecdotas parroquiales
Hoy entró nerviosa en la sacristía una persona, que se había inscrito para casarse el año próximo y me preguntó si era cierto que me iba yo a Roma, que algo así había leído en el periódico y que si eso afectaría a su boda del próximo año. Le dije que se quedara tranquila que el que va para Roma es un sacerdote nacido en Villamediana, pero no yo. -¡Ah, ya decía yo que la foto del periódico no parecía a usted, pero... por quedarme tranquila!
Ayer me volvió a sorprender la presencia, en la misa del sábado en la tarde, de un joven al que conocí el sábado pasado en circunstancia curiosa. Estaba yo rezando en la iglesia y se me acercó este joven, hasta entonces desconocido, diciendo que si podía estar en la iglesia para rezar. -¡Cómo no! -le respondí-. Permaneció más de media hora y enlazó con la misa que celebré a continuación ¡Algo se está moviendo, no cabe duda!
Había echado en falta durante el verano a un joven que durante años fue monaguillo. Hoy apareció en la misa y se inscribió para la catequesis de confirmació ¡Esto promete!
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