Amor y realismo sacerdotal

Nos lo ha dicho el Papa en la Almudena a seminaristas y sacerdotes:

"Cada época tiene sus problemas, pero Dios da en cada tiempo la gracia oportuna para asumilos y superarlos con amor y realismo".

En ambas actitudes nos convendrá crecer para dar solución a los problemas personales y pastorales.

Primero AMOR. Porque solo queriendo se asumen y se superan los problemas. Sin querer no hay nada que hacer. Y querer bien, amablemante, interesándose en la dificultad, asumiéndola con sus molestias, para así superarla encontrando la solución que siempre existe.

Y REALISMO. Que nos puede lo ideologico y lo ideal. Y la realidad es eso, realidad, no idealidad. Es más amplia y compleja de lo que deseamos fuera. Por eso antes de dar soluciones: escuchar, mirar, reflexionar, orar y confiar. El realismo llama a la paciencia, a la prudencia, a consultar, a estudiar, y después a dar una solución clara, que retrasarla o darla confusa siempre perjudica.

En fin, que no nos falta quehacer en nuestra apasionante vida sacerdotal ¡Como para dedicarse a otra cosa!